Después de quitar el pecado, siguen las promesas de quitar tribulaciones.

Reflexiona sobre la presencia del pecado en el corazón humano y la promesa divina de liberación y redención. Haz hincapié en la importancia de confiar en Dios, arrepiéntete sinceramente de los errores y busca la reconciliación con los demás.
Aquí se destaca la imagen de un jardín radiante después de una tormenta como metáfora de la transformación y renovación que trae consigo la eliminación del pecado y las tribulaciones. Esto nos invita a mantener la fe en medio de la adversidad y a confiar en el amor inquebrantable de Dios para encontrar consuelo, fortaleza y esperanza.