La Justicia de Dios en Nuestra Vida Diaria
La Justicia de Dios como Faro en Medio de la Confusión
Salmo 37:5-6/ Miqueas 6:8
Dios es nuestro juez supremo, cuya justicia trasciende los límites terrenales. Se presenta un ejemplo concreto de una persona que enfrenta una decisión ética en su trabajo, donde se le ofrece la oportunidad de obtener ganancias financieras a costa de comprometer sus principios. Se enfatiza la importancia de mantenerse firme en las convicciones y confiar en la justicia divina, aún cuando las decisiones sean difíciles. Se hace hincapié en que la obediencia a los principios de Dios traerá bendiciones duraderas, a pesar de renunciar a beneficios temporales. Se hace referencia a que la justicia de Dios exige acción y compromiso con la rectitud en todas las interacciones, y se destaca que a pesar de que los juicios terrenales pueden fallar, la justicia de Dios nunca lo hará.